Una iniciativa tan sencilla como instalar un alumbrado navideño en distintas zonas de San Bartolomé de Tirajana consiguió concitar una enorme satisfacción en la ciudadanía del municipio. En los residentes y en los que visitaban la zona turística en esa época del año. Algo tan simple consiguió generar -por inhabitual- un sentimiento de pertenencia, de comunidad, en una localidad que, por estar excesivamente orientada al turismo, durante años no ha ofrecido a sus habitantes los servicios adecuados y la calidad de vida que merecen.
La ausencia continuada de alumbrado navideño en el municipio no era sino la visibilización de un gobierno municipal que actuaba de espaldas a la ciudadanía y que solo pretendía dar respuestas a determinados intereses enquistados. Unos servicios sociales paupérrimos, su desinterés por dotar a la zona de una residencia de mayores, la ausencia de mantenimiento de las infraestructuras públicas (véase el Anexo II o el Mercado Municipal ahora cerrado), una pobre programación cultural, entre otras cosas, son algunos de los indicadores de su desidia a la hora de afrontar las necesidades reales del municipio.
Pero la incapacidad manifiesta iba más allá. Los presupuestos municipales del 2019 no se aprobaron mientras gobernaron, el Plan General de Ordenación nunca se llevó a término. Aquí les interesaba más, probablemente, la ausencia de normas para tomar decisiones urbanísticas caprichosas. Las sentencias en contra del Ayuntamiento se acumularon con un coste superior a los 50 millones de euros, dejaron como herencia más de 15 millones en facturas sin abonar, 300 expedientes de urbanismo sin resolver y 20 expedientes de inversiones paralizados, no realizaron ninguna oferta pública de empleo en ocho años… La empresa Lopesan denunció en múltiples ocasiones que se le impedía desarrollar actuaciones por más de mil millones. Los nuevos quioscos para las playas permanecieron cuatro años en una nave alquilada por la incapacidad para resolver la autorización de Costas…
La sentencia del TSJC con respecto a Siam Park resume de manera expresa la forma de actuar del anterior alcalde, Marco Aurelio Pérez, cuando algo no responde a sus intereses. La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, en sentencia del 29 de octubre del año que acaba de concluir, constató, a raíz de una denuncia del grupo Loro Parque, que la actuación del ayuntamiento había sido una mezcla de “inacción, entorpecimiento y mala fe” en la tramitación de la licencia para instalar el parque acuático Siam Park. Y luego públicamente culpaba al Cabildo de Gran Canaria para tapar su única responsabilidad.
La historia del Parque Tony Gallardo es otro exponente claro de esta manera de actuar. El Tony Gallardo es un espacio situado dentro de la Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas que se encontraba en un considerable estado de deterioro. Por ello el Cabildo de Gran Canaria propuso un ambicioso proyecto de restauración ambiental y reforma de este espacio ubicado en el corazón de la zona turística. En lugar de poner facilidades para esta importante acción, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, propietario del suelo, se negó a facilitarnos la autorización para el uso del terreno hasta que no se garantizara la gestión posterior del Parque, al mismo tiempo que se desvinculaba absolutamente de dicha gestión, en una actitud abiertamente obstruccionista. El mejor ejemplo es que en tan solo 5 meses ya se ha alcanzado un acuerdo para la gestión del espacio entre el nuevo gobierno municipal y el Cabildo.
Y este fue el talante predominante del anterior alcalde del municipio con el Cabildo de Gran Canaria en los últimos cuatro años. Se dedicó en cuerpo y alma a atacar al Cabildo, a su presidente, a frenar el desarrollo del Consorcio Turístico y a obviar un trabajo coordinado. Generó una confrontación absolutamente gratuita, sesgada, partidista e irresponsable. No le importaba el desarrollo del municipio y del turismo en la isla. Su obsesión era rentabilizar el enfrentamiento para postularse como candidato al Cabildo por el PP o por quién más le ofreciera. Se dejó querer con CC durante algún tiempo, también.
Apenas transcurridos cinco meses desde las últimas elecciones en las que la ciudadanía desalojó del gobierno municipal a Agrupación de Vecinos (con el mes de agosto por medio) la situación ha cambiado notablemente. Después de 10 años de sequía, sin que se realizara alguna inversión privada en el sector hotelero en el municipio, la semana pasada el Grupo Seaside obtuvo una licencia para la construcción de dos hoteles de lujo y superlujo que supondrán una inversión de unos 200 millones de euros y la creación de unos 550 puestos de trabajo directos sin contar los que se generen durante la construcción. Además el hotel Gran Lujo surge con la voluntad de ser referente a nivel mundial de sostenibilidad ya que los arquitectos y diseñadores están trabajando para conseguir el primer hotel sin plásticos.
El Parque Tony Gallardo, que será inaugurado el día 30 de enero, surge como una propuesta innovadora que combina medio ambiente y cultura. De una parte se crea un jardín de interés botánico de sitio que recrea la secuencia entre el bosque termófilo de fondo de barranco y la vegetación propia del litoral. Asimismo el parque también servirá para conocer, contemplar y divulgar la obra de Tony Gallardo, uno de nuestros artistas de vanguardia más relevantes, gracias a una excelente colaboración con la familia. Como expliqué anteriormente, tras casi un año sin acuerdo, en tan solo unos meses el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y el Cabildo de Gran Canaria se han puesto de acuerdo para su reapertura. El consistorio local asumirá la gestión del espacio y la institución insular aportará 100.000 euros anuales destinados a ese fin.
Otro hito relevante son los nuevos quioscos de la playa, que tras años guardados en un almacén ya han obtenido el permiso de Costas y se empezarán a instalar en las primeras semanas de febrero, renovando los actuales, vetustos, que dañan la imagen de un enclave único en Europa. Igualmente, ya se han iniciado los trámites para dotar de un nuevo gerente al Consorcio Turístico y potenciar este instrumento fundamental para el desarrollo de la zona turística más importante de la isla desde el consenso y la acción coordinada de todas las instituciones implicadas, la única manera de garantizar la sostenibilidad de las actuaciones.
Con el Siam Park se está actuando decididamente, incluso afrontando una actuación singular del Gobierno de España a la que no ha sido ajena posiblemente ese entramado político-empresarial empeñado en frenar una infraestructura que vendría a completar y mejorar la oferta de ocio de la localidad turística más importante de España, como ya se hizo con la instalación del Circo del Sol en Meloneras.
Y todo esto además coordinando la mayoría de estas actuaciones con el Cabildo de Gran Canaria que ya ha mostrado a su alcaldesa, Concepción Narváez, a su primer teniente de alcalde, Samuel Henríquez y al gobierno municipal, su voluntad para colaborar en sacar adelante el nuevo Mercado Municipal, la Residencia de Mayores, el Anexo II, Todo Playa, la rehabilitación de las infraestructuras turísticas públicas a través del Consorcio y todas las actuaciones que redunden en la calidad de la oferta turística y la mejora de la calidad de vida de las personas que viven y trabajan en el municipio.
Es así como hay que afrontar los riesgos a los que se puede ver sometido el desarrollo turístico de Gran Canaria. Propiciando el diálogo, el consenso, el trabajo compartido. Nunca el enfrentamiento interesado y gratuito. No debe ser tan difícil entender que el interés general requiere de políticas y esfuerzos coordinados. Salvo que el objetivo y las prioridades sean otras y estén muy alejadas de las necesidades de las personas.
He comentado en varias ocasiones en mis artículos que creo que en estos momentos existe en Gran Canaria una voluntad social mayoritaria en favor de un nuevo modelo de desarrollo más justo, sostenible e igualitario y que esta voluntad se ha reflejado en la mayoría de las instituciones de la isla. San Bartolomé de Tirajana es un municipio de una enorme importancia estratégica, ya que se trata de la localidad más turística de toda España, y era grave que se quedara al margen de esa voluntad general de progreso. Pero eso ha cambiado y lo hemos visto en tan solo 5 meses. Ahora sí, San Bartolomé de Tirajana tiene un ayuntamiento con un proyecto de progreso y mejora para todas las personas que viven, trabajan y visitan este municipio con unos valores únicos. El Cabildo de Gran Canaria es un aliado decidido de este cambio.
Antonio Morales Méndez
Presidente del Cabildo de Gran Canaria