Los pasados días 22 y 23 de este mes se celebró en Gran Canaria el Encuentro Internacional de expertos ‘El Legado Amazige y el Patrimonio Mundial’, coincidiendo con las IX Jornadas de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria. Las jornadas juntaron en la isla a cerca de 25 especialistas de Túnez, Argelia, Marruecos, Níger y Francia que, junto a otras personas expertas de Canarias y de otros puntos de España, profundizaron en los desafíos que afronta la preservación y reconocimiento de los sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial y otras manifestaciones relevantes del ancestral patrimonio asociado al legado amazige.
Esta ancestral cultura es un hilo milenario con el que se ha tejido un manto común bajo el que se agrupan costumbres, tradiciones orales, lenguas, mitologías, creencias y formas de relacionarse con el territorio y con los astros. El encuentro fue una oportunidad para dar mayor visibilidad y reforzar los cimientos de este puente que conecta el extenso territorio que va del Mediterráneo al Sahel y desde las Islas Canarias hasta Egipto.
Además, esta justa y necesaria defensa de la riqueza de sus valores materiales e inmateriales tiene lugar en Canarias, archipiélago que alberga la huella de las expresiones más occidentales e insulares de la cultura amazige de principios de la era. En el caso concreto de Gran Canaria y de su cumbre, esta herencia resultó crucial en la decisión de la Unesco de incluir en la Lista de Patrimonio Mundial, en 2019, a nuestro Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria.
Gran Canaria escribió un capítulo particular en el extenso y apasionante libro de la cultura amazige, pues aquí tuvo lugar una auténtica odisea atlántica protagonizada por hombres y mujeres que tuvieron que sobrevivir en condiciones extraordinarias y alumbraron una sociedad inédita que echó raíces y fructificó a partir de su matriz norteafricana, igual que germinaron los granos de cebada que trajeron consigo, pertenecientes además a variedades genéticas que todavía se cultivan en la isla más de mil años después y que suponen todo un símbolo de las ramificaciones y la pervivencia de aquella cultura.
El aliento de aquellos tiempos nos sigue susurrando, acompañando e inspirando. A veces lo hace con la claridad de una inscripción en la piedra. Y otras con la sutilidad de las manos que dan forma a la cerámica del mismo modo que se hacía en tiempos prehispánicos. O con la verdad de las palabras, como los topónimos de origen amazige, que hilvanan presente y pasado.
En cualquier caso, desde el Cabildo de Gran Canaria hemos tenido claro en todo momento la importancia de subrayar que la memoria es un elemento más del Paisaje, como se hace patente en nuestro Patrimonio Mundial. Igual que sucede, desde luego, con los espacios que representan e investigan los expertos y expertas que nos acompañaron en las jornadas con el tesón y la admiración de quien contempla a un ser que habita al mismo tiempo en nuestro pasado y en nuestro presente.
Queremos sacar brillo a este espejo en el que nos seguimos mirando. Por eso este Cabildo decidió apostar por una novedosa figura de gestión conjunta del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera, a través de un Instituto Insular de Gestión Integrada que el propio Ministerio de Cultura ha señalado como un ejemplo para otros territorios en los que convivan varias figuras de la Unesco.
Fruto de este empeño, el Cabildo aprobó este año el Plan Integral de Gestión del Paisaje Cultural. Este plan programa una inversión de casi 34 millones hasta 2026 para afrontar más de 150 acciones que canalizan iniciativas transversales que, a su vez, garantizan su conservación y divulgación. Es una manera importante de contribuir al desarrollo socioeconómico de las 18.000 hectáreas de este territorio con una visión panorámica sustentada en la sostenibilidad, la participación pública y la coordinación de instituciones y otras entidades del ámbito.
Pero nuestro compromiso va más allá y se plasma en el respaldo a las personas que son el cuerpo y el alma de este legado. Sin su sabiduría, sin su modo de estar en la tierra, el espejo nos devolvería el reflejo de un Paisaje Cultural sin vida, justamente lo contrario de lo que queremos que sea.
Por eso trabajamos en coordinación con los ayuntamientos, la población local y el conjunto de las entidades y colectivos de la cumbre para fijar a nuestra gente al territorio a través de la dinamización socioeconómica en el seno del Paisaje Cultural, además de para preservar los valores que nos identifican como pueblo.
El Encuentro Internacional sobre ‘El legado amazige y el Patrimonio Mundial’ tuvo lugar en el marco de las IX Jornadas de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria y, además en el contexto de la celebración del cincuenta aniversario de la Convención de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Y el lema elegido para la conmemoración subraya que el Patrimonio Mundial es una fuente de resiliencia, humanidad e innovación para las generaciones futuras. Cada uno de estos conceptos entraña una invitación a regresar a aquella Gran Canaria, a imaginar a aquellos hombres y a aquellas mujeres bregando por su supervivencia. Medían su tiempo en este mundo observando el diálogo entre los astros, los rayos del Sol y la luz de la Luna con los roques, santuarios y otros espacios sagrados que ustedes tendrán ocasión de conocer.
Y con la misma determinación que consideramos la memoria como una fortaleza de nuestro presente, aspiramos a ganar el futuro. Pero un futuro autodeterminado desde el conocimiento y el aprecio por esas raíces que nos fortalecen y mantienen viva nuestra identidad, para dialogar y colaborar con los pueblos vecinos y hermanos. Deseamos otro orden mundial donde no seamos subalternos, ni dependientes de los intereses de los grandes poderes económicos y militares multinacionales, un mundo en el que podamos generar un espacio de paz, de creación y de libertad.
Antonio Morales Méndez