La Isleta es una pequeña península, de aproximadamente 850 hectáreas, que se ha ido conformando a lo largo de las últimas décadas como un espacio de referencia identitaria de nuestra isla y de su capital. Su historia, su patrimonio cultural y natural, su relación con el Puerto y con el mar y su contribución al desarrollo de la ciudad que la acoge la convierten en un lugar imprescindible para entender la evolución de Gran Canaria. 462,49 has de su superficie fueron declaradas Paisaje Protegido dentro de la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos con el objeto de preservar su bello paisaje desértico, su biodiversidad, sus estructuras geológicas, sus cantiles y sus plataformas costeras.
Sin duda constituye un peculiar marco paisajístico para la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Sustenta elementos naturales de notoria singularidad como la sucesión de conos volcánicos -de los más relevantes del vulcanismo reciente de Gran Canaria- plataformas rocosas costeras, acantilados y la meseta central con un potente malpaís de coladas de lavas escoriáceas. Muestra, además, relieves y materiales vulcanológicos de gran interés científico.
La vegetación vascular de la zona está formada por arbustos y subarbustos adaptados a la extrema aridez y la salinidad del lugar, con especies exclusivas de Canarias como la tolda, el cardón o la magarza de costa. También cuenta con una abundante flora liquenológica debido a la juventud geológica del sustrato y la elevada humedad ambiental.
En la fauna terrestre vertebrada abundan lagartos de Gran Canaria y algunas aves terrestres o marinas. Los invertebrados son igualmente muy abundantes y destacan dos caracoles exclusivos de La Isleta (Napaeus isletae y Hemicycla saulcyi) que hasta el último catálogo de especies protegidas de Canarias estaban considerados en peligro de extinción y ahora tienen la categoría de “interés para los ecosistemas canarios”.
Cuenta también con yacimientos arqueológicos, huella del poblamiento prehispánico, y recursos etnográficos e históricos, que aumentan el valor cultural de este territorio.
Además, el entorno marino de La Isleta está protegido por normativas europeas, forma parte de la Red Ecológica Europea Natura 2000 como Zona de Especial Conservación, Área Marina de La Isleta y Zona de Especial Conservación Bahía de El Confital.
La mayor parte del territorio del Paisaje Protegido de La Isleta es un área de propiedad y uso militar. Dentro de los límites de la propiedad militar, en la Base “General Alemán Ramírez”, se realizan actividades militares de preparación continua de las personas adscritas a ella, incluyendo ensayos y ejercicios en el Campo de Tiro y Maniobras de “La Isleta”, por lo que están establecidos unos protocolos de seguridad y limitaciones y servidumbres propias del entorno. Estas limitaciones, originadas por la proximidad de núcleos urbanos, exigencias medioambientales, características de los terrenos, etc., afectan en algunos casos a las condiciones de ejecución y a los tipos de ejercicios que pueden desarrollar las unidades militares. Eso ha hecho que en los últimos tiempos se haya prohibido totalmente las visitas a este espacio natural.
El Cabildo de Gran Canaria ostenta, por otra parte, las competencias en la gestión de los Espacios Naturales Protegidos de la isla de Gran Canaria, en cumplimiento del Decreto 111/2002, de 9 de agosto, de traspaso de funciones de la Administración Pública de la Comunidad Autónoma de Canarias a los Cabildos Insulares.
Con el objeto de hacer posible que los escolares de la isla, investigadores, senderistas y ciudadanía en general puedan acceder a la zona, el pasado martes 29 de enero el Ministerio de Defensa y el Cabildo de Gran Canaria firmaron un convenio que va a permitir satisfacer el anhelo que una gran parte de la población insular tiene por conocer este territorio. También facilitará la mejora de la conservación de este Espacio Natural Protegido, además de dar un impulso a la educación ambiental a través de rutas guiadas y reguladas de senderismo.
La Consejería de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo Insular de Gran Canaria, en el ejercicio de sus competencias quiere procurar el encuentro de las personas con la naturaleza y la educación medioambiental en torno a los valores naturales y paisajísticos de La Isleta, mientras que la Administración Militar, sin perjuicio de las funciones que tiene encomendadas, asume la voluntad de compatibilizar el uso militar en La Isleta con una actividad educativo-ambiental y de senderismo regulada que redunde en beneficio de la sociedad isleña.
Con este acuerdo, pionero y ejemplar, queremos destacar la alta sensibilidad ecológica y los recursos patrimoniales de La Isleta, involucrar a la ciudadanía en el conocimiento de este espacio y comenzar una novedosa y moderna etapa de educación ambiental en Gran Canaria. Nuestra prioridad es que la ciudadanía aprenda a valorar y respetar la naturaleza y para valorarla hay que conocerla: no se puede amar ni valorar lo que no se conoce.
Este acuerdo permitirá el uso ordenado de este espacio y conocer las zonas de mayor valor paisajístico y geomorfológico, así como su patrimonio histórico y cultural. Para ello se han establecido cinco senderos para que los visitantes, según el nivel de dificultad y los objetivos de la actividad, puedan recorrer: Costa Noroeste, Montaña Colorada, Montaña del Vigía, Montaña del Faro y el Sendero Circular de los Volcanes de La Isleta.
El sendero de la costa Noroeste tiene una dificultad baja-media, con un trazado de 2,36 kilómetros y una duración estimada de hora y media. Se trata de una ruta que discurre paralela al litoral hasta la Punta de los Acantilados, en el que el visitante puede encontrar restos de las antiguas estructuras defensivas de nidos de ametralladoras, activos durante la II Guerra Mundial. Pasa por la antigua pista de tierra de la cantera de extracción de materiales volcánicos de la zona y por el entorno costero de La Isleta, peculiar por su orografía y vegetación sobre roca volcánica.
El sendero de Montaña Colorada tiene una longitud de 3,07 kilómetros y una dificultad media, con una duración aproximada de dos horas. Este camino atraviesa la zona conocida como Barrera Escarlata, bordeando la Base Militar General Alemán Ramírez con un recorrido en el que se encuentran varios tipos de construcciones de actividad militar del siglo XIX, en activo en la I Guerra Mundial, la Guerra Civil española y la II Guerra Mundial. Discurre a su vez por el malpaís de La Isleta y el yacimiento arqueológico prehispánico “La Cantera de los Molinos”, utilizado por lo aborígenes grancanarios para moler grano.
El sendero Montaña del Vigía cuenta con un recorrido de 1,84 kilómetros de longitud y una dificultad media-baja a recorrer aproximadamente en una hora; ofrece vistas de Montaña Colorada y Montaña del Faro, del paisaje de La Isleta y de Las Palmas de Gran Canaria.
El sendero Montaña del Faro tiene una longitud de 7,4 kilómetros y una dificultad media, con una duración estimada de 2 horas 40 minutos. Este trazado atraviesa la meseta central de La Isleta, a la que rodean tres volcanes, para ascender a la cota alta de la montaña con vistas a los acantilados de la costa y de la punta de El Confital. En el descenso el visitante puede conocer las antiguas baterías del Faro, que datan del siglo XIX, entre otras curiosidades.
El sendero circular de Los Volcanes es una ruta de 11,24 kilómetros de dificultad media-alta, con una duración aproximada de 4 horas que recorre los tres volcanes más importantes de la zona, con una visión general del paisaje de La Isleta, su malpaís, construcciones militares y vistas de la ciudad. En este trazado conviven diferentes especies vegetales como la orchilla o la magarza, en una vía de llanos y pendientes de hasta el 48%.
Disfrutar, aprender, conocer, valorar, proteger, rehabilitar y amar nuestro patrimonio natural es un derecho de todas las personas y una responsabilidad de todas las administraciones e instituciones públicas. Es lo que pretendemos con este acuerdo.
Antonio Morales Méndez
Presidente del Cabildo de Gran Canaria