Se acerca la Navidad y llega a su fin un año que probablemente pase a ser uno de los peores de nuestras vidas. Estábamos en un momento de crecimiento, aunque moderado, después de la década perdida provocada por “la Gran Recesión” cuando la pandemia provocó una situación sin precedentes. Casi de la noche a la mañana vimos como nuestro mundo se paraba y nos teníamos que confinar en nuestras casas para frenar la propagación de la enfermedad.
Sin ninguna duda la peor consecuencia de esta crisis ha sido la pérdida de miles de vidas. Por ello, en esta época, mi primer pensamiento es para recordar a todas aquellas personas que ya no están con nosotros, así como para las que han perdido a algún ser querido durante estos últimos meses. El mejor homenaje que podemos hacerles es seguir esforzándonos por cumplir las normas, por no relajar la prudencia ni la prevención y ayudar a proteger las vidas de la gente que tenemos en nuestro entorno.
También quiero acordarme de aquellas personas que van a pasar estas fechas alejadas de sus seres queridos, ya sea en centros sanitarios (ingresados o trabajando), en cuarentena, por no poder regresar a su hogar debido a las restricciones o porque en cumplimiento de las medidas sanitarias no van a poder celebrar las fiestas como lo hacían tradicionalmente. Va a ser duro, pero tenemos que hacer un esfuerzo como sociedad para arroparnos mutuamente y ganar en salud y prevención para el año que entra.
En este momento, con la situación que estamos viviendo en Canarias, creo que es más importante que nunca dedicar unas palabras a quienes también van a pasar las navidades lejos de su hogar, las miles de personas migrantes que conviven con nosotros desde hace tiempo y aquellas que han llegado durante el último año. Espero sinceramente que sientan la hospitalidad y la acogida de esta tierra y que el próximo año las ayude a cumplir los sueños y objetivos que las llevaron a emprender el viaje lejos de sus países.
La crisis también nos ha traído una ola de muestras de solidaridad. La primera y más importante de todas fue la disciplina con la que cumplimos con uno de los confinamientos más estrictos de Europa, cómo se volcó el mundo de la cultura, el deporte, etc. para ofrecernos actividades que hicieran más llevadero el periodo de reclusión en casa. Y posteriormente todas las iniciativas para paliar los efectos sociales de la crisis han tenido una gran respuesta ciudadana.
Quiero expresar mi solidaridad con quienes tienen dificultades laborales o empresariales. Están muy presentes en la acción de este Cabildo que quiere colaborar en la reactivación económica y por tanto en la recuperación de todos los puestos de trabajo, en la continuidad de las empresas y en la dinamización de la actividad del sector turístico y de servicios para que hagan de locomotoras del conjunto de nuestra sociedad.
Uno de los sectores que más está sufriendo es el primario que además formó parte de los que siguieron trabajando durante el confinamiento para poder proveernos de alimentos. El cierre turístico ha hecho que repentinamente se vieran con un gran excedente de productos que no podían colocar. Por ese motivo pusimos en marcha desde el Cabildo de Gran Canaria el reparto de cestas de productos de cercanía para personas sin recursos así como el mercado digital https://grancanariamegusta.com/, que desde el primer momento tuvo una gran acogida y queremos que se consolide como canal de comercialización.
El mejor regalo colectivo que podemos hacernos en estas fechas es el de consumir productos locales, tanto a través de esta plataforma como de los cientos de mercados, comercios de cercanía o productores que venden directamente. Estaremos de esta manera contribuyendo a la felicidad y el bienestar de las gentes de Gran Canaria y al progreso de nuestra tierra, al tiempo que luchamos contra el cambio climático y protegemos nuestro medio ambiente.
Además, nuestros exquisitos productos son una manera de vivir la singularidad que adquieren estas fiestas en un territorio como Canarias. Su valor va mucho más allá, ya que son resultado de saberes y conocimientos ancestrales transmitidos de generación en generación y su consumo ayuda a mantenerlos vivos. Son este tipo de tradiciones las que han hecho de algo tan universal como la Navidad también una manifestación de canariedad.
A pesar de las circunstancias difíciles en las que se van a celebrar las fiestas, también es un momento para mirar al futuro con esperanza. En algunos países ya han comenzado las campañas de vacunación. A España llegarán las vacunas en unas semanas y podremos proteger en primera instancia a nuestros mayores y al personal sanitario. Además, la experiencia acumulada, tanto por las instituciones como por la ciudadanía, nos está permitiendo afrontar la gestión de la crisis sanitaria con más certezas por lo que 2021 debe ser el año en el que empiece poco a poco la recuperación económica y alcancemos ciertas dosis de normalidad.
Si algo ha puesto de manifiesto la pandemia es la insostenibilidad de nuestro modelo de desarrollo. El origen del virus está claramente relacionado con la destrucción de los ecosistemas y la sobreexplotación del medio natural. Tenemos que acelerar la transición ecológica de nuestra economía y modelo de vida, con la mitigación y adaptación al cambio climático como prioridad. Asimismo hay que profundizar y hacer accesible a toda la población la digitalización de la economía y reforzar nuestro sistema social y sanitario, haciendo hincapié en la prevención y en los programas de salud pública.
Y tanto Canarias como Gran Canaria tienen las condiciones para convertirse en referencia de ese cambio. Somos uno de los territorios del mundo con mayor biodiversidad, contamos con casi todas las fuentes de energías renovables conocidas hasta el momento, con dos universidades públicas, centros de investigación, una posición geoestratégica privilegiada… Tenemos que saber aprovechar todo ese potencial para generar un modelo autocentrado pero que aspire a ser referencia.
Es lo que desde el Gobierno del Cabildo de Gran Canaria llamamos ecoísla y es el proyecto de transformación que estamos impulsando desde 2015. La actual crisis ha demostrado que estamos en la dirección correcta y al tiempo que trabajamos para paliar las consecuencias de la pandemia seguimos dando pasos hacia la soberanía energética y alimentaria, la gestión del ciclo integral del agua, la economía circular, la economía azul, la mitigación y adaptación al cambio climático, el bienestar social… En definitiva, para construir la Gran Canaria del futuro.
Por todo ello quiero mandarles mis más sinceras felicitaciones para esta Navidad, con el deseo de que 2021 sea un año próspero y beneficioso para todos. Que los Reyes Magos nos traigan buenas vacunas y abrazos cercanos. Quiero mostrar también mi agradecimiento al personal sanitario y al que ha sostenido los servicios esenciales, a la mayoría silenciosa por el esfuerzo realizado, lo que nos ha permitido estar entre las comunidades de España menos afectadas por la COVID. Mis ánimos para seguir en la misma senda y mirar al futuro con esperanza. Estoy convencido de que entre todos y todas vamos a conseguir salir de esta situación.
Feliz Navidad. Próspero Año 2021.
Antonio Morales Méndez
Presidente del Cabildo de Gran Canaria