En este 2018 se cumplen 175 años del nacimiento de Galdós. Dentro de dos años, en 2020, se cumplirá el primer centenario de su fallecimiento. Hace unos días presentamos una síntesis de la programación del Cabildo de Gran Canaria para la celebración del bienio galdosiano. Constituye ésta una convocatoria central en nuestra acción de gobierno por la proyección internacional de don Benito, por la responsabilidad que tenemos como Gobierno de la isla donde nació y porque somos conscientes de la demanda académica y social para subrayar estas efemérides. Por eso el Cabildo ha decidido poner en marcha una comisión de trabajo en la que estén presentes, además de esta institución, el Gobierno de Canarias, el Gobierno español y la ULPGC… Es el momento de desplegar distintas iniciativas que refuercen en la conciencia de los grancanarios y grancanarias, de toda la ciudadanía de estas islas, la proyección de este maestro de las letras universales.
Galdós nos convoca de nuevo para rehacer el camino que él emprendió a bordo de una escritura luminosa y realista descubriéndonos una forma nueva de mirar el tiempo que le tocó vivir. Gran Canaria acoge y revive en la conmemoración de este bienio todo el potencial que contiene la obra de este testigo excepcional del siglo XIX español y de los intentos de cambio de régimen que supuso el final de ese siglo y el comienzo del XX.
Visto con la distancia de las décadas y de los siglos, nos provoca cierta sorpresa que al hombre que quebró los límites de la novela en el siglo XIX junto a autores como Tolstoi, Dostoievski o Balzac le fuera negado el Premio Nobel por las presiones que llegaron desde la propia España. Sin embargo, el juicio del tiempo ha demostrado una vez más estar por encima de las envidias y las miserias humanas. Espero que la celebración de este bienio nos sirva también para reflexionar sobre el destino de los intelectuales que no son dóciles al régimen o a los poderes del momento. Afortunadamente don Benito no se amilanó y mantuvo el compromiso social y político liberal y republicano hasta los últimos días de su vida.
Y esta celebración nos debe animar a revisar su legado y tal vez a realizar el viaje inverso al que él anduvo. A mirar con sus ojos y con sus criterios a nuestra sociedad actual y comprobar una vez más la plena vigencia de su obra. Porque la irresistible fuerza y la actualidad de la escritura y el pensamiento galdosiano traspasa las barreras del espacio y el tiempo.
Hay un antes y un después de Galdós. De hecho, se considera que su influencia en las letras hispanas se sitúa a escasa distancia de la ejercida por Cervantes. Sin embargo, su grandeza radica también en la humanidad, la compasión y el compromiso social que traspiran sus palabras. Muchas de estas palabras resuenan actuales en nuestros días y provocan un eco que agita nuestras conciencias, porque buena parte de sus denuncias relacionadas con situaciones sociales y políticas siguen tristemente vigentes y contra ellas nos enfrentamos aquellos y aquellas que desempeñamos tareas de responsabilidad en las instituciones públicas. En este sentido, Galdós es un faro, una inspiración y un recordatorio constante sobre la necesidad de luchar contra las desigualdades sociales. Ningún autor de su época, y muy pocos en la actualidad, han demostrado esa empatía hacia sus personajes y por extensión hacia sus congéneres. De este modo, Galdós nos marcó un camino a seguir. Como cuando señaló que la marginalidad no es otra cosa que “una extraordinaria falta de oportunidades y de educación”.
El mismo veredicto del tiempo del que hacía referencia un poco antes ha dejado enterradas y convertidas en polvo las críticas de algunos que le tildaron de provinciano, precisamente a él, el más viajado y abierto al mundo y a las novedades de los escritores españoles de su generación. En esta apertura de miras se adivina la herencia grancanaria y canaria, donde el océano ofrece un horizonte amplio y despejado que invita a descubrir, a imaginar y a inventar.
Hace 25 años, en 1993, durante los actos de celebración del 150 aniversario del nacimiento de don Benito Pérez Galdós, organizados por la Casa Museo natal que regenta este Cabildo, el conferenciante invitado, el eminente poeta y estudioso Manuel González Sosa, disertó sobre las raíces canarias de nuestro escritor. Se lamentaba entonces, en aquella conferencia publicada poco después por el Cabildo, de la leyenda negra sobre la negación de sus orígenes: “Todavía circula -decía González Sosa-, la noción de un Galdós despegado de su tierra y no sólo en ambientes donde las cosas así son esperables por ignorancia o por motivos interesados. Acabar de una vez con este estado de opinión es acabar con una injusticia; objetivo que por sí mismo merece cualquier esfuerzo, y objetivo, también, que, de ser alcanzado, supondría la eliminación de prejuicios y reservas que en algunos casos, aunque parezca mentira, están siendo un obstáculo para acceder al conocimiento y la frecuentación de Galdós”.
Por suerte, cada vez está más lejos ese tópico, y las nuevas generaciones de canarios y canarias ya no arrastran ese lastre infundado. Galdós, más que nunca, está presente en nuestra sociedad: se reedita, se lee y se investiga. Se reedita entre otras iniciativas gracias a este Cabildo, que ha publicado, en un esfuerzo titánico de 24 volúmenes, gran parte de su producción; y se hace porque hay un interés mundial en su obra que queremos satisfacer, a la vez que vincular con sus raíces grancanarias. Se lee, pues sus textos están en los programas educativos, en los currículum universitarios y son objeto de múltiples iniciativas de animación lectora o creación literaria. No olvidemos la ingente labor que realiza la Casa Museo Pérez Galdós a través de su Departamento Educativo, que difunde su obra a miles de estudiantes de todos los centros de la isla. Y se investiga, en fin, en los congresos galdosianos celebrados en su Casa Museo y a través de los trabajos de nuestros profesores universitarios y no universitarios. Apoyaremos desde la institución insular y en colaboración con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, a través de la Cátedra Pérez Galdós, las propuestas que profundicen en este objetivo.
Fuera de las islas, investigadores del mundo entero, ajenos a las dudas sobre la canariedad de Galdós, siguen afirmando la valía de este novelista, refundador, tras Cervantes, de la novelística hispánica. Una prueba de ello es la última edición, la undécima, del prestigioso Congreso Galdosiano, celebrada el mes de junio pasado con la presencia de investigadores de universidades de Estados Unidos, Japón, Alemania, Bélgica, Costa de Marfil, Canadá, Holanda, Italia, México y Reino Unido, además de los llegados de toda España.
De acuerdo con esta relevancia se ha elaborado una programación inicial del bienio muy sugerente. Por supuesto, no está cerrada, pero hemos querido trasladar a la sociedad que estamos trabajando en ello, que se ha avanzado mucho y que algunos pasos de los que se han dado tienen una singular trascendencia.
Ha sido trascendente la adquisición de cuatro manuscritos originales de sus Episodios Nacionales: “Un faccioso más y algunos frailes menos” (1879), “Zumalacárregui” (1898), “Mendizábal” (1898) y “Los Ayacuchos” (1900) se suman a los 33 manuscritos y 52 pruebas de imprenta de obras de Galdós que poseemos en la Casa Museo. Solo nos supera la Biblioteca Nacional de España en la disposición de este fondo documental. Con estos 4 manuscritos ya están en poder de las instituciones públicas (en este caso la Biblioteca Nacional y la propia Casa Museo), las series 2 y 3 completas de los Episodios Nacionales. Y, por supuesto, este tesoro está a disposición de los investigadores de todo el mundo, que tienen que pasar de un modo u otro por nuestro Museo. Sin duda expresan la madurez cultural de nuestro pueblo que se mide también por la conservación de su patrimonio.
Asimismo consideramos de especial relevancia la convocatoria del Premio Internacional de Novela Benito Pérez Galdós, dotado con 15.000 euros, lo que lo convierte en el premio de novela mejor dotado de Canarias. Será bienal y se convocará en los próximos meses. La novela ganadora se publicará en 2019.
Y no es menos importante la producción en versión sinfónica de la ópera “Marianela”, escrita por Jaume Pahissa, basada en la obra de Galdós con adaptación de los hermanos Álvarez Quintero, que fue estrenada en 1923 en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. La Orquesta Filarmónica de Gran Canaria será la encargada de interpretar la obra.
Por supuesto, la programación no se queda aquí. Editaremos libros, apoyaremos iniciativas privadas ya en marcha, de enorme interés, que por su envergadura abarcarán todo el bienio, habrán distintas propuestas didácticas, representaciones teatrales de obras galdosianas, conferencias, investigaciones, series de TV, documentales, conferencias, talleres con dramaturgos nacionales e internacionales…
Y se trata solo de un avance, insisto… seguiremos trabajando en ampliar el programa de propuestas a desarrollar. Estas acciones aunque tienen como eje vertebrador la Casa Museo natal del novelista no se van a limitar a este centro, sino que involucran a otras áreas y espacios del Cabildo. Se hacen para rendir homenaje a nuestro escritor pero también van a servir para proyectar a Gran Canaria ligada a su figura.
Antonio Morales Méndez
Presidente del Cabildo de Gran Canaria