El pasado martes 4 de mayo el Cabildo de Gran Canaria presentó “Salto de Chira”, el mayor proyecto de transición ecológica y lucha contra el cambio climático de Canarias y, sin duda, uno de los mayores de España. Cuenta con el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas presentes en la corporación y en el Parlamento de Canarias tal y como lo expresaron recientemente en la Comisión de transición ecológica y lucha contra el cambio climático.
Salto de Chira es una iniciativa que el Cabildo de Gran Canaria impulsa desde hace más de una década y que en los últimos años hemos ido mejorando y actualizando de la mano de REE. Es un proyecto de todos. Ni de un presidente, ni de un partido, ni de un grupo de gobierno: lo es de toda la sociedad grancanaria en su conjunto. De las instituciones y de la sociedad civil.
Con esta infraestructura, la energía limpia de la isla podrá almacenarse en las presas. Esa energía que no se utilice o que sea excedentaria servirá para desalar agua y bombearla hasta la presa de Chira. Cuando se necesite se producirá un salto hacia la presa de Soria y generará energía verde para utilizarla en toda la isla.
Esta inversión de cerca de 400 millones de euros es el corazón de la transición energética y ecológica de Gran Canaria ya que aumentará la penetración de energías renovables en un 36% y hará de gran pila de almacenamiento para lograr que en 2026 entre el 51 y el 70% de nuestra energía eléctrica sea de origen solar y eólico.
También nos permitirá disponer de 700.000 metros cúbicos de agua al año para el sector primario, para las repoblaciones, para la lucha contra los incendios y para frenar la desertificación de una parte importante y fundamental de nuestra isla: las cuencas de Mogán, Tunte y Tejeda-Artenara, cumbres y medianías…
La desaladora contará con un bastidor adicional que, gestionado por el Consejo Insular de Aguas, nos permitirá producir agua para el sur turístico. Gracias a este proyecto se van a crear 3.500 puestos de trabajo verdes. Se rebajarán en 122 millones los sobrecostes de generación del sistema eléctrico. Se reducirán en un 20% las emisiones contaminantes. Gran Canaria se va a convertir en una referencia internacional de innovación tecnológica en el binomio agua-energía ya que no hay ninguna central en el mundo que funcione como el salto de Chira.
¿Por qué “Salto de Chira”? Hemos optado por darle el protagonismo al corazón de la central: al salto de agua entre el embalse de Chira y el de Soria que producirá energía renovable. Pero también por el valor metafórico de la palabra Salto porque el Salto de Chira además es un salto en soberanía energética, hídrica y alimentaria.
Queremos que suponga un salto en el empleo, el bienestar y las condiciones de vida tanto de la población de Gran Canaria como de las personas que habitan el barranco, mejorando accesos, dotando a la GC-505 de una senda turística peatonal para bicicletas y proveyendo a la zona de servicios que hoy por hoy no tienen.
También se trata de un proyecto que aspira a mejorar las condiciones de conservación del Barranco de Arguineguín a través de la restauración ambiental de parajes afectados por especies invasoras y de repoblaciones.
El logo representa los tres elementos centrales de la propuesta: el salto de agua, el bombeo y las presas. Se ha hecho un estudio sobre las formas geométricas de las pintaderas canarias para que el logo recoja también el legado cultural de nuestros ancestros, de una cultura reconocida como Patrimonio de la Humanidad, ejemplo de coexistencia sostenible con el ecosistema.
Soy consciente de que desde hace unos meses se ha conformado una plataforma integrada por un grupo heterogéneo de personas en contra del “Salto de Chira”. Soy un demócrata y una persona de izquierdas comprometida con el medio ambiente y me parece completamente respetable y sano que la sociedad civil se organice para mostrar su postura sobre los temas de trascendencia pública. En este caso creo que se equivocan, en algunos casos por desconocimiento y en otros por estar en posiciones utópicas alejadas de las necesidades concretas e inmediatas que tenemos en Gran Canaria para avanzar hacia un modelo 100% renovable.
He recibido duras críticas, incluso personales por defender este proyecto. Aceptaré cualquier crítica o ataque personal, por injusto que me parezca, porque es lo que me corresponde como presidente del Cabildo de Gran Canaria. Es más, lo haré incluso de buen grado si ese es el precio que tengo que pagar por promover y defender un proyecto fundamental, estratégico e irremplazable para la soberanía energética de Gran Canaria. No sería la primera vez que pago un alto precio por defender un modelo energético sostenible para la isla, como ya me pasó por mi oposición a la introducción del gas en la isla, entre otras cosas. Pero no ya como presidente del Cabildo (eso es algo circunstancial) sino como grancanario comprometido con su tierra, me apena que Gorona del Viento en El Hierro se haya erigido como un referente nacional e internacional de sostenibilidad energética y que un proyecto similar en Gran Canaria sea sometido a este maltrato.
Me parece totalmente legítimo y sano que si un grupo de personas no comparte un proyecto se organice para mostrar su oposición. Mi posición institucional y la responsabilidad que intento que guíe mis acciones me impiden “bajar al barro” y a la confrontación personal a la que en ocasiones han llevado el debate público. Tan solo diré que lo que no me parece tan legítimo es que algunas personas utilicen esa plataforma para saldar cuentas pendientes conmigo que nada tienen que ver con el proyecto o para promover sus intereses empresariales. También me apena ver cómo personas pretendidamente ecologistas y progresistas copian y difunden los argumentos de la derecha y se alían con algunos de los sectores más reaccionarios de la sociedad que siempre se han opuesto a los proyectos de sostenibilidad en nuestra tierra por los que tanto tiempo hemos luchado. O que se intente poner en riesgo la declaración de Reserva de la Biosfera o nuestro Destino Turístico Starlight.
En estos momentos el proyecto se encuentra pendiente del informe de impacto ambiental por parte del órgano ambiental del Gobierno de Canarias. Tal y como informamos, el Cabildo, tras un gran y pormenorizado trabajo de sus técnicos, presentó alegaciones para eliminar todas las torretas y que el tendido eléctrico sea 100% soterrado. Pero ahora es al órgano autonómico al que corresponde la decisión final que aceptaremos por tratarse del órgano competente. La ciudadanía de Gran Canaria estará adecuadamente informada y el proyecto definitivo será presentado una vez haya terminado este trámite. Ha sido el apoyo social lo que nos ha permitido modificar el proyecto original para disminuir su impacto ambiental, ponerlo al servicio de la penetración de las energías renovables, de la lucha contra el cambio climático y el combate contra la desertización de nuestra isla convirtiéndolo así en el hito tecnológico a nivel internacional que supone Salto de Chira.
Estamos ante una de las mayores crisis económicas que hemos vivido desde el final de la Guerra Civil y está teniendo especial incidencia en nuestra tierra. Esto, unido a las emergencias climáticas, nos sitúa ante un momento crucial para definir nuestro futuro. En este escenario tenemos un proyecto fundamental para el desarrollo sostenible de la isla y la generación de miles de empleos verdes y quien se oponga a él tendrá que explicar sus razones y sobre todo proponer alternativas, más allá de sus desacuerdos políticos, profesionales o personales. Lo que está en juego es el futuro de los hombres y mujeres de Gran Canaria. Por eso es tiempo de responsabilidad. Gran Canaria está preparada para dar el salto hacia un futuro sostenible.
Antonio Morales Méndez
Presidente del Cabildo de Gran Canaria