Hace un año, en julio de 2017, el Pleno del Ayuntamiento de Agüimes aprobó con los votos a favor de Roque Aguayro, PP y PSOE una moción que instaba al Gobierno de Canarias a la eliminación de la futura Ley Canaria del Deporte de cualquier regulación relativa a los “deportes electrónicos” y a desarrollar para ello una Ley específica. Se exponía entonces que “esa situación motriz (el deporte) de competición reglada e institucionalizada, por lo general de carácter lúdico, no puede confundirse con juegos de cartas, damas o videojuegos, sencillamente, porque no lo son”.
Pues bien, ahora la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias se involucra de lleno en la organización de unaliga escolar devideojuegoso“deportes electrónicos” que pretende poner en marcha el próximo curso con los alumnos y alumnas de 20 Centros de Educación Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional (FP) a los que se incentiva con 6.000 euros a cada uno (120.000 euros en total) para que participen en la temporada inaugural de este torneo que arrancará en septiembre.
En un escrito dirigido a las direcciones de centros, la responsable de la Agencia Canaria de Calidad Universitaria y Evaluación Educativa, Teresa Acosta, expresa cómo la Consejería de Educación del Gobierno Canario “colaborará” con sociedades anónimas deportivas y otras empresas de comunicación y videojuegos “con el fin de contribuir al uso educativo y responsable de los entornos digitales”, una colaboración que corroboró la consejera de Educación, Soledad Monzón, asegurando que se trata de un programa didáctico pedagógico.
Parece poco razonable que desde la Consejería de Educación del Gobierno Canario se promuevan iniciativas como esta mientras existen centros educativos con necesidades de infraestructuras básicas en las que se dificulta el normal desarrollo de la actividad curricular ordinaria y básica.
Partir de una premisa falsa al considerar como práctica deportiva esta liga escolar sedentaria de videojuegos, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) los considera como posibles generadores de trastorno mental por adicción, es un craso error. Y desde luego no fomenta valores e igualdad, ni la inclusión, ni contribuyen a la formación en competencia digital, ni es saludable, ni mejora la formación en idiomas…argumentos que se esgrimen para la cesión de colegios públicos para estas competiciones virtuales.
Esta iniciativa del Gobierno de Canarias, además de abrir las escuelas a las multinacionales y a saber qué otros intereses, fomentan nuevos consumidores de videojuegos y contribuye a instaurar una sociedad cada vez menos sana, crítica y capaz.
Por todo ello, el Grupo Roque Aguayro propuso al Pleno del Ayuntamiento de Agüimes el pasado mes de julio (que obtuvo el apoyo del PP y PSOE, no así de CC ni de la Coalición Canarias Decide) instar a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias a que desista en su intención de promover o permitir la celebración de una liga escolar de videojuegos, manifestando el rechazo del Ayuntamiento de Agüimes a esta iniciativa. Y también, que se inste a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias a canalizar todos sus esfuerzos en mejorar las infraestructuras educativas y en resolver los problemas básicos del sistema educativo canario.